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Los 4 mitos sobre el aceite de CBD más extendidos

Sandra Arroyo Escrito por Sandra Arroyo
marzo 4, 2019

Con la creciente popularidad del CBD cada vez se oye más hablar de este asunto. Pese a que la normativa referente a esta sustancia podría cambiar en el futuro, los productos con CBD cada vez cuentan con más adeptos. Sin duda, se trata de productos que levantan cierta polémica por la falta de información de buena parte de la población, así que no es difícil encontrar diferentes datos procedentes de distintas fuentes. En este artículo vamos a detallar cuáles son los cuatro mitos sobre el aceite de CBD más extendidos que seguramente hayas escuchado alguna vez. Sigue leyendo para conocer la verdad sobre el cannabidiol.

MITO N.º 1: el aceite de CBD coloca

Como el CBD procede de la planta de cannabis, mucha gente asume de forma errónea que se trata de una sustancia psicoactiva que «coloca» al que la consume. Pero no es cierto. Las personas que consumen marihuana recreativa tienen esa sensación por los efectos de otra sustancia, el tetrahidrocannabinol (THC), que provoca efectos intoxicantes y psicoactivos en el usuario.

Sin embargo, el CBD no cuenta con esa misma propiedad. Se han realizado varios estudios sobre el tema, como la investigación realizada por Wertlake y Henson bajo el título «Un procedimiento analítico urinario para la identificación del cannabidiol en pacientes sometidos a terapia médica con marihuana». Este estudio se centró en investigar si el CBD era apto para usos médicos en EE. UU., y los investigadores se fijaron en sus posibles efectos psicoactivos. Resultó no tener dichos efectos. El CBD no provoca ese colocón. Incluso la OMS ha declarado que se trata de una sustancia sin potencial de abuso.

Así que no dejes que nadie te diga que el CBD y la marihuana son lo mismo, porque el CBD es totalmente seguro para el consumo y no cuenta con ninguna propiedad psicoactiva. Este sea, quizá uno de los mitos sobre el aceite de CBD que más preocupa a los que escuchan hablar de esta sustancia por primera vez.

MITO N.º 2: el CBD es bueno, el THC es malo

Una vez aclarado el primer mito, no es de extrañar que muchos den por hecho que el THC es el hijo del diablo. El cannabis se ha estigmatizado durante décadas por los medios, y ese estigma se debe, en parte, a los efectos psicoactivos que provoca el consumo de la planta. ¿Qué es exactamente lo que provoca ese efecto? El THC. Como el CBD cada vez está más aceptado y el THC sigue sometido a fuertes críticas, ambas sustancias se suelen presentar como antagonistas, afirmando que el CBD es bueno y el THC es malo. Pero ¿es eso cierto?

La verdad es que no. En algunos estados de EE. UU. se ha legalizado la marihuana con fines terapéuticos. Normalmente los pacientes tratan de buscar variedades de marihuana con un alto contenido en CBD porque se cree que esta sustancia interactúa con el cuerpo de formas positivas. Sin embargo, otros pacientes optan por variedades con un mayor contenido en THC porque no es una sustancia «mala». Si estás dispuesto a experimentar los efectos psicoactivos, el THC podría llegar a tener potenciales beneficios para la salud.

Sativex fue el primer medicamento a base de cannabis que se legalizó en muchos países de Europa, aunque solo se prescribe en circunstancias concretas. Se trata de un fármaco con un alto contenido en CBD, pero con la misma cantidad de THC. Sativex se utiliza para formas graves de epilepsia, pero ¿cómo lo prescribirían si el THC fuera tan terrible?

¿Has oído hablar del efecto séquito? Es muy probable que no, pero es un concepto importante si quieres saber más sobre los cannabinoides. Algunos estudios han mostrado pruebas de que los cannabinoides resultan más efectivos cuando se toman en conjunto, y ese fenómeno es lo que se conoce como efecto séquito.

Por ejemplo, un estudio realizado por Ethan Russo investigó los efectos sinérgicos de los cannabinoides al utilizarse en conjunto. Russo concluyó que esa sinergia realmente existe, y que por tanto el THC, entre otros cannabinoides, podría resultar beneficioso al usarse junto al CBD. Además, no hay que preocuparse demasiado por los efectos psicoactivos que causa el THC, ya que estudios como este realizado por Dalton, Martz, Lemberger, Rodda y Forney sugieren que el CBD puede reducir esos efectos psicoactivos del THC.

Por eso funciona el Sativex, porque los cannabinoides actúan al unísono gracias al efecto séquito, y el alto contenido en CBD puede reducir el efecto intoxicante del THC presente en el medicamento. Básicamente, podemos decir que el THC no es una sustancia mala si se sabe cómo usarlo.

MITO N.º 3: los científicos no saben cómo actúa el CBD

Es cierto que no lo sabemos todo sobre el CBD ni sobre cualquier otro cannabinoide. En muchos países es necesario obtener una licencia para cultivar cáñamo que se pueda utilizar en investigaciones, y esas licencias no siempre son fáciles de conseguir, cosa que disuade a algunos científicos. Por suerte, algunos investigadores están dedicados a este asunto y seguro que descubren muchos más detalles sobre el CBD en el futuro.

Por otra parte, sí que se sabe bastante bien cómo actúa el CBD. El cuerpo cuenta con un sistema conocido como sistema endocannabinoide (SEC), una red que consta de una serie de receptores y unas sustancias llamadas endocannabinoides. El cuerpo, por tanto, produce su propia versión de esas sustancias que se encuentran en la planta de cannabis, y resultan útiles para varias funciones. Todavía falta mucho por conocer sobre el SEC, pero sabemos lo suficiente como para explicar cómo funciona el CBD y qué efectos tiene en el cuerpo.

Por ahora conocemos dos receptores principales, los CB1 y los CB2. Los receptores CB1 se encuentran principalmente en el sistema nervioso y en el cerebro, mientras que los receptores CB2 están presentes fundamentalmente en el sistema inmune y en los tejidos. Parece que el CBD interactúa básicamente con los receptores CB2, razón por la que podría aportar beneficios para la salud.

El SEC tiene una gran relación con el mantenimiento de la homeostasis, término que hace referencia a las condiciones perfectas para nuestra supervivencia. Si algo se desequilibra, el cuerpo crea endocannabinoides para enviar señales que solucionen el problema. Ingerir CBD supone aportar cannabinoides extra al sistema, que se pueden unir a los receptores CB2 y ayudarnos a mantener el funcionamiento normal del cuerpo.

En otras palabras, los científicos sí que saben cómo actúa el CBD, y sabemos que interactúa con el sistema endocannabinoide del cuerpo para mantenernos sanos.

MITO N.º 4: el CBD procede únicamente de la marihuana

Otro de los grandes mitos sobre el aceite de CBD. Como ya hemos dicho, el CBD y la marihuana no son sinónimos. El CBD es una de las muchas sustancias que se pueden encontrar en la marihuana, pero no es la única fuente de CBD.

Para entenderlo es necesario saber que la marihuana es solo una de las plantas de la especie Cannabis Sativa. El otro miembro de esta familia es el cáñamo. En España es legal cultivar semillas certificadas de cáñamo industrial, pero no ocurre lo mismo con las plantas de cannabis. Es ilegal cultivar plantas de marihuana (excepto en casos de permisos especiales para temas de investigación), pero las plantas de cáñamo son legales siempre que procedan de semillas certificadas por la UE.

El cáñamo se ha cultivado durante décadas. Es una planta muy útil no solo porque las semillas de cáñamo sean un alimento muy nutritivo, sino porque pueden crecer en entornos poco propicios y tienen la capacidad de absorber toxinas del suelo, motivo por el que se propuso plantar semillas de esta especie tras el desastre nuclear de Chernóbil con la intención de que ayudaran a limpiar el suelo. Además, las fibras de la planta se pueden usar en construcción y en la industria textil.

Otra gran diferencia entre el cáñamo y la marihuana se encuentra en que el cáñamo contiene menos del 0,3% de THC. Eso quiere decir que aunque consumieras una planta entera no experimentarías efectos psicoactivos, razón por la que el estatus legal del cáñamo es diferente al de la marihuana. Pese a esos bajos niveles de THC sí que cuenta con niveles altos de CBD, lo que significa que los fabricantes de CBD pueden cultivar cáñamo para extraer la sustancia de esta planta.

Por lo tanto, el CBD no solo procede de la marihuana. Si compras aceite de CBD de forma legal y de un vendedor fiable, puedes tener la tranquilidad de que nadie te relacionará con la marihuana ni tendrás problemas con la ley puesto que el cáñamo es totalmente legal.

Reflexión final: los mitos sobre el aceite de CBD

Las industrias del cáñamo y del CBD son bastante recientes y están empezando a florecer en España. Los productos de CBD son cada vez más populares y existe un gran debate sobre este asunto en los medios, lo que provoca confusión y da lugar a noticias falsas que suelen extender algunas fuentes poco fiables.

Con este artículo esperamos haber aclarado la realidad acerca de estos cuatro mitos sobre el aceite de CBD para que tengas información real sobre este tema. Te aconsejamos que, cuando veas información sobre el CBD en los medios, no creas todo lo que dicen de inmediato, sino que es mejor que investigues un poco a través de internet y no compres cualquier argumento. Trata de acudir a fuentes reconocidas e intenta buscar un enfoque imparcial que informe del asunto con fiabilidad.

  • http://www.who.int/features/qa/cannabidiol/en/