Cada vez se llevan a cabo más estudios que descubren nuevas aplicaciones del cannabidiol (CBD) para la salud y el bienestar. Por eso, la disponibilidad y la demanda de productos de CBD aumenta cada vez más. La gran variedad de estos productos da a los usuarios una amplia selección de métodos para consumir CBD de la forma que mejor se adapte a su salud y su estilo de vida. Aunque conocemos cada vez más detalles sobre el CBD y cómo podría beneficiar al cuerpo y la mente, todavía queda mucho por saber acerca de cómo se procesa este componente una vez ingerido. Esto puede suponer un problema porque, si queremos que se tome en serio para aplicaciones terapéuticas, es fundamental que sepamos exactamente cómo funciona. Esto incluye saber más sobre el metabolismo del CBD en el cuerpo.
En general, hay cuatro formas principales para consumir CBD: ingestión, toma sublingual, uso tópico e inhalación. En este caso, vamos a centrarnos en el metabolismo del CBD cuando se consume de forma oral.
¿Qué es el metabolismo?
Antes de que podamos entender en qué consiste el metabolismo del CBD al consumirlo de forma oral, debemos entender cómo funciona nuestro metabolismo. La palabra metabolismo se utiliza en diferentes contextos y, por eso, puede ser algo difícil de entender. A menudo se utiliza al hablar de ganar o perder peso y se dice que hay personas que tienen un metabolismo rápido o lento. Esto se puede definir como tasa de metabolismo basal, es decir, el número de calorías que necesita una persona para que el cuerpo funcione en descanso.
Aunque la tasa de metabolismo basal se suele conocer como metabolismo, no tiene mucho que ver con el metabolismo del CBD y de otras sustancias. En un sentido médico, el metabolismo hace referencia al ritmo al que el CBD o cualquier otra sustancia se descompone en el cuerpo para formar otros compuestos conocidos como metabolitos.
El proceso del metabolismo se inicia al introducir cualquier cosa en el cuerpo. Por ejemplo, cuando comemos las grasas se descomponen en triglicéridos, los carbohidratos en azúcar y las proteínas en aminoácidos. El metabolismo, por tanto, es el proceso que transforma la comida en sustancias que pueden utilizar las células del cuerpo. También es importante mencionar que es el responsable de controlar las enzimas.
¿Cómo absorbe el cuerpo el CBD?
Los estudios sugieren que el CBD puede tener la capacidad de reducir la ansiedad y la depresión, además de tener efectos antiinflamatorios y neuroprotectores, gestionar el dolor, minimizar o eliminar las convulsiones e incluso combatir ciertos tipos de cáncer, entre otros problemas médicos.
Sin embargo, para que el CBD pueda tener efecto en nuestro sistema, es necesario que el cuerpo lo absorba. Cuando hablamos de la absorción del CBD, nos referimos a cómo se transfiere del lugar de administración a la corriente sanguínea. Una vez en la corriente sanguínea, el CBD se puede transportar por el cuerpo para interactuar con los receptores cannabinoides conocidos como CB1 y CB2. También interactúan con receptores no cannabinoides, como el receptor del dolor TRPV-1 y el receptor de serotonina 5-HT1A.
La absorción y el metabolismo del CBD dependen de cómo se consume o de la ruta de administración. La ingestión, la toma sublingual, el uso tópico o la inhalación tienen un papel importante en la absorción, la distribución y la eliminación de este cannabinoide. Por eso, la forma de consumo puede afectar a la efectividad de este tratamiento natural.
El consumo oral de CBD
La mayoría de nosotros ya sabemos en qué consiste el consumo oral. Significa, básicamente, consumir una sustancia por la boca. En lo relativo al CBD, los productos de consumo oral más frecuentes son el aceite de CBD, las cápsulas de CBD, las bebidas con CBD y los comestibles con CBD.
Aunque el consumo oral tiene sus ventajas, cualquier cosa que se consume de esta forma pasa por nuestro sistema digestivo y metabólico, y eso hace que una buena parte del CBD quede filtrado y se reduzca su biodisponibilidad. Pero ¿qué es la biodisponibilidad?
Todos los productos de consumo oral se usan de una forma diferente y, normalmente, cada uno tiene una concentración de CBD distinta. En resumen, la biodisponibilidad es el ritmo y el grado en que la corriente sanguínea absorbe una sustancia. No solo se trata de la potencia y de la cantidad de la sustancia que se consume, sino que la biodisponibilidad también se refiere a la parte del total de esa sustancia que el cuerpo aprovecha para tener los efectos necesarios.
En los medicamentos con prescripción, parte del cálculo de la dosis estándar ya tiene en cuenta la biodisponibilidad. Sin embargo, la biodisponibilidad, así como el metabolismo del CBD, varía dependiendo del método de consumo y de la concentración de CBD que tenga el producto.
El metabolismo del CBD con el consumo oral
La forma de administración de CBD más habitual es oral. Cuando el CBD se ingiere, el sistema digestivo lo absorbe. Las sustancias se trasladan del estómago al sistema hepático. Desde ahí, se mueven a través de la vena porta hasta llegar al hígado. El hígado metaboliza las moléculas de CBD con el conocido como “efecto de primer paso”. La función mixta del P450 oxida las enzimas que hay en el hígado para actuar sobre el CBD. De esta forma, se reduce la concentración de las sustancias antes de que lo restante pase a la corriente sanguínea.
Si lo explicamos de manera más sencilla, podemos decir que al ingerir aceite de CBD de forma oral, pasa por el sistema digestivo, el hígado lo metaboliza y, por último, sus compuestos activos pasan a la corriente sanguínea. Esto ocurre también con la ingesta de vitaminas y de muchas otras sustancias.
El efecto de primer paso
Vamos a volver al efecto de primer paso. Al consumir CBD de forma oral, tiene que pasar por nuestro sistema digestivo. Desde los intestinos pasa a la corriente sanguínea y se traslada hasta el hígado a través del sistema hepático. En el hígado, el CBD se descompone en metabolitos y enzimas. Estos metabolitos se trasportan al corazón y, desde ahí, circulan por el cuerpo a través de la corriente sanguínea.
Lamentablemente, aunque la ingestión se considera la forma más fácil de consumir CBD, no es la manera más eficiente de absorber grandes cantidades de este cannabinoide. Los efectos de primer pase hacen que una buena parte del CBD y de sus metabolitos se expulsen a través de las heces y la orina. Eso hace que el cuerpo no aproveche muchos de sus beneficios. Lo bueno es que algunos estudios han descubierto que consumir aceite de CBD con ácidos grasos puede ayudar a evitar el efecto de primer pase para aumentar la absorción de CBD procedente de la ingestión.
También es posible consumir el CBD de forma sublingual. Si el aceite de CBD se mantiene bajo la lengua durante al menos 60-90 segundos antes de tragarlo, las membranas mucosas de la lengua pueden absorber las sustancias. El método sublingual permite que el CBD evite el sistema digestivo y el metabolismo del hígado. En otras palabras, el metabolismo del CBD se producirá de forma diferente porque las enzimas no lo van a descomponer y llegará a la corriente sanguínea en menos tiempo.
Reflexión final sobre el metabolismo del CBD
Ahora que sabes en qué consiste el metabolismo del CBD cuando se consume de forma oral, puedes decidir si quieres explorar otros métodos de administración de CBD. No olvides que es importante elegir un método que te resulte cómodo. Así, te resultará más fácil ser constante con el consumo. Lo más importante es encontrar la forma de consumo que mejor se adapte a ti.
