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Extracción con CO2 de CBD: ¿qué es?

Cecilia Bianchi Escrito por Cecilia Bianchi
junio 7, 2019

El cannabidiol o CBD es uno de los cannabinoides presente en la planta de cannabis. A lo largo de los años los científicos han descubierto que varios cannabinoides tienen diversos efectos sobre el cuerpo humano, aunque todavía se están realizando investigaciones en este sentido. El CBD es uno de los elementos de la planta de cannabis más estudiado, y en la actualidad se puede adquirir en la mayoría de los mercados del mundo occidental gracias al método de extracción con CO2.

Pese a que la planta de cannabis es ilegal, el aceite de CBD es legal en muchos países y por eso es posible encontrar este y otros productos en diferentes tiendas. Con la creciente popularidad de estos productos ya es posible encontrar comestibles, líquido para vapeadores o incluso lociones con CBD.

Es normal que surjan preguntas entorno al CBD debido, principalmente, a su procedencia. Una de las principales dudas que suele plantearse la gente es cómo es posible extraer el CBD de la planta de cannabis de manera aislada, sin incluir otras sustancias ilegales como el THC. En este artículo vamos a explicar cómo se extrae el CBD a través del proceso de extracción con CO2. Para ello, primero vamos a detallar qué es exactamente el CBD.

¿Qué es el cannabidiol?

Cuando la gente piensa en cannabis, y por lo tanto en marihuana, pese a que esta es solo un tipo de planta de cannabis, suelen pensar en una droga recreativa que algunas personas utilizan para «colocarse». Ese efecto se produce por el tetrahidrocannabinol (THC). Pese a que el cannabis y el THC están bastante estigmatizados por sus propiedades psicoactivas, el caso del CBD es completamente diferente.

El cannabidiol afecta al cuerpo de una manera diferente al THC. Los cannabinoides, una vez ingeridos, interactúan con el sistema endocannabinoide (SEC) en nuestro cuerpo, una red de receptores cannabinoides y de endocannabinoides, que son unas sustancias que producimos de forma natural. El THC interactúa fundamentalmente con los receptores CB en el cerebro, lo que provoca los efectos intoxicantes que son tan conocidos. Aunque el CBD también interactúa con los receptores CB en el cerebro, se centra principalmente en los receptores que se encuentran en el sistema inmunitario, los tejidos y los órganos.

En otras palabras, aunque se trata de un cannabinoide, el CBD no provoca esa sensación de alteración en la mente. Algunos estudiosos sostienen incluso que el CBD podría ayudar a equilibrar el exceso de THC cuando se consume marihuana. Sea o no cierto, puedes tener la tranquilidad de que el aceite de CBD no va a afectar a tu mente.

Lo único que se debe tener en cuenta para que el CBD sea legal es que proceda de cáñamo industrial de semillas certificadas por la UE, y no de marihuana. El cáñamo también pertenece a la familia del cannabis, pero contiene menos del 0,03% de THC, cumpliendo así con la normativa vigente.

¿Por qué se utiliza el CBD?

Los aceites de CBD se compran como suplemento, por lo que se incorporan fácilmente en la rutina diaria para mejorar el bienestar general.

El CBD interactúa con el sistema endocannabinoide. La función principal del SEC es mantener la homeostasis en el cuerpo, es decir, asegurarse de que todas las condiciones del cuerpo se mantienen en los parámetros adecuados para mantenernos vivos y sanos. Por eso el SEC es fundamental para nuestra supervivencia, porque es necesario para un funcionamiento normal del cuerpo.

El cuerpo produce sus propios endocannabinoides para que el SEC funcione adecuadamente, pero puede que a veces no produzca suficientes. Si te sientes enfermo o cansado es porque hay algún problema con la homeostasis, y el SEC se esfuerza para que todo vuelva a funcionar debidamente.

Con la ingesta de aceite de CBD puedes aportarle al cuerpo cannabinoides extra para mejorar el bienestar y llevar un estilo de vida saludable. Por eso cada vez más gente lo incluye en su rutina.

Métodos de extracción del CBD

Para satisfacer la creciente demanda de aceites, las empresas necesitan utilizar un método que extraiga el cannabinoide de la planta de cannabis de una forma concentrada que sea apta para el consumo humano.

Para conseguirlo, las empresas tienen que tener acceso a cáñamo industrial. Como ya hemos mencionado, el uso de la marihuana es ilegal y por tanto el CBD no se puede extraer de dicha planta. El cáñamo también está regulado debido a su pertenencia a la familia del cannabis, pero los bajos niveles de THC permiten el cultivo de sus semillas siempre que estén certificadas por la UE.

Con un contenido de THC inferior al 0,03%, las plantas de cáñamo son una opción fantástica para la extracción de CBD, porque la cantidad de THC que se extrae es ínfima y se puede eliminar si la empresa quiere vender un aceite con un 0% de THC.

Sin más preámbulos, vamos a explicar cuáles son los cuatro métodos más habituales para la extracción del CBD.

1. Extracción con aceite de oliva

Un método muy barato y sencillo de extraer los cannabinoides consiste en el uso de aceite de oliva. En primer lugar, la materia de la planta se debe descarboxilar, es decir, calentar a una temperatura específica durante un tiempo concreto para activar los químicos de la planta. Normalmente este proceso se realiza a 120ºC durante 60 minutos o a 140ºC durante 30 minutos.

Después, la materia vegetal se coloca en aceite de oliva y se calienta a 100ºC durante 1-2 horas. Así los cannabinoides pasan al aceite casero que estará listo para usar.

Aunque es un método sencillo y barato, el aceite resultante es perecedero y por lo general no contiene una gran cantidad de cannabinoides, por lo que a las empresas no les resulta muy rentable utilizarlo.

2. Extracción con hielo seco

También se pueden extraer los cannabinoides del cáñamo utilizando hielo seco, aunque es un método un poco más complejo y más caro que el método del aceite de oliva. Pese a que son necesarias varias horas y algo de esfuerzo, se obtiene una mayor cantidad.

Primero se debe cortar el cáñamo en trozos pequeños que se colocan en un cubo grande. Esto se debe cubrir con aproximadamente 1,5 kg. de hielo seco (dependiendo de la cantidad de materia vegetal que haya) y se deja así durante tres minutos. Con esta técnica, las resinas de la planta se congelan.

Después se cubre el cubo con una bolsa de malla para agitar la mezcla de cáñamo y hielo durante varios minutos, logrando que la resina congelada se separe de la materia de la planta. Posteriormente se voltea el cubo para filtrar los pedazos de resina congelada a través de la malla sobre una superficie plana, como una placa de metacrilato.

Como ves, se trata de un método bastante sencillo con el que se obtiene una buena cantidad de CBD, aunque no cabe duda de que conlleva más trabajo. Además, se debe tener en cuenta que si la mezcla se agita demasiado se puede ver reducida la calidad de los cannabinoides, así que es importante hacerlo con cuidado.

3. Extracción con disolvente

Disolventes como el alcohol de porcentaje bajo, el etanol y el butano son muy efectivos a la hora de extraer cannabinoides. Este método consigue obtener todos los cannabinoides y terpenos de la planta fomentando así el efecto séquito, es decir, el fenómeno por el que las sustancias químicas del cannabis resultan más eficaces al actuar en conjunto.

Pese a que el etanol y otros disolventes pueden conseguir un producto de buena calidad, también extraen la clorofila de la planta, y esta no es totalmente segura para el consumo humano porque puede provocar efectos secundarios desagradables. La clorofila se puede filtrar para separarla de los cannabinoides, pero ese filtrado reduce la potencia del aceite.

Este método consiste en la adición de disolvente a la materia de la planta. El líquido separa los cannabinoides y los terpenos del cáñamo con parte de su clorofila. Después la mezcla se calienta para evaporar el líquido hasta que solo quede el aceite de base de CBD.

Esta técnica también es bastante sencilla y productiva, pero los disolventes pueden ser perjudiciales para la salud humana. El butano, por ejemplo, es muy efectivo extrayendo cannabinoides, pero puede irritar los pulmones. Por eso es mejor evitar este método y optar por otros más seguros.

4. Extracción con CO2

El método más utilizado para la extracción del CBD es la extracción con CO2. Existen diferentes niveles de extracción con CO2, incluyendo el subcrítico y el supercrítico. Por lo general, los fabricantes de aceite de CBD utilizan la extracción con CO2 supercrítico por su gran efectividad.

Esta técnica requiere de un equipo y conocimiento especializados. Funciona utilizando un circuito cerrado para que el proceso tenga lugar de forma aislada sin posibles contaminantes. En primer lugar, el CO2 se enfría a -56ºC y la presión aumenta a 75 libras (34 kg.) por pulgada cuadrada (psi). Esto pone al CO2 en un estado supercrítico, es decir, en un estado que hace que se comporte como un gas y como un líquido al mismo tiempo.

Cuando está en ese estado, el CO2 se comporta de forma similar a un disolvente y pasa a una cámara que contiene la materia de la planta. Sigue siendo denso como un líquido, pero tiene la capacidad de llenar la cámara completamente como un gas. Estas propiedades son perfectas para la extracción porque no desnaturalizan ni dañan el producto final.

El CO2 extrae los cannabinoides y terpenos de la planta. El resultado pasa a un separador que lo descompone en diferentes partes. Las sustancias extraídas se envían a un contenedor de recolección y el CO2 pasa a un condensador para volver a su estado original. Así se puede reciclar una y otra vez para repetir el proceso.

La extracción de CO2 subcrítico es similar, aunque se necesita una presión más baja y, por tanto, es más barata. Este método es más largo y menos productivo que el anterior.

En resumen, la extracción con CO2 da lugar a un aceite puro, seguro y de calidad que lo convierte en el método de extracción preferido por los fabricantes. Aunque la especialización de la técnica eleva el precio del producto, la calidad final justifica la inversión.

Reflexión final sobre la extracción con CO2

Si te preguntabas cómo se extrae el CBD de la planta de cannabis, ahora ya lo sabes. Existen varios procedimientos para conseguirlo, pero los fabricantes comerciales suelen recurrir a la extracción con CO2 por la gran calidad del aceite que se obtiene. Sin duda, se trata de un método muy caro y técnico, pero seguro y eficiente.

Cuando compres productos con CBD, infórmate de cómo ha obtenido la empresa el CBD. La mayoría de las empresas presumen de utilizar la extracción con CO2, y es la mejor forma de saber que el aceite procede de una fuente reconocida en la que puedes confiar.